ExCrocodiles regresan triunfales con «The Orange Album»

Veintiséis años. Ni uno más, ni uno menos. Eso es lo que ha tardado ExCrocodiles en regresar al frente de la música, con un EP bajo el brazo titulado The Orange Album (Raca Records). Una espera que, para muchos, ha parecido interminable, pero que ahora resulta justificada cuando uno se detiene a escuchar lo que estos pioneros del rock mallorquín han cocinado tras más de dos décadas de ausencia.

ExCrocodiles, junto a Furnish Time, fueron los pilares de una escena que, con el tiempo, acabaría conformando lo que ahora se etiqueta genéricamente como indie. Pero, claro, esta etiqueta en los años 80 no era la amalgama sin sentido que es hoy en día. Era una declaración de principios, una forma de vivir y entender la música lejos de los dictados de la industria. La vuelta de estos veteranos del rock alternativo es más que un revival, es un recordatorio de cómo se hacían las cosas en una época donde todo era más crudo, más directo y, en definitiva, más auténtico.

El núcleo duro de la banda regresa con tres de sus miembros originales: Juan Manuel Riera (voz y guitarra), Iván Tobiass (guitarra) y Xavier Fiol (bajo). A esta trinidad clásica se suman dos figuras esenciales de la escena mallorquina: Nano Carballo a la guitarra y Cristian Costantini en la batería. Juntos, logran una sinergia que convierte este EP en un artefacto sonoro que, pese a su brevedad, despliega un abanico de sensaciones musicales.

La producción ha sido cuidadosamente guiada por Antoni Noguera (The Stratoscope), quien ya ha trabajado con ExCrocodiles en varias ocasiones. Su toque es el de un maestro que entiende los matices de la banda mejor que nadie, y su mano firme asegura que The Orange Album suene como debe: una pieza nítida, pulida y sofisticada. Los estudios Crazy Turtle, donde se grabó, son el telón de fondo de esta obra, y Noguera es la figura que logra capturar la esencia de estos pioneros para elevarla a un nivel que se siente casi intemporal.

Aquí viene el único «pero», y es mejor sacarlo cuanto antes: ¿cuatro canciones? Después de 26 años de espera, parece poco, ¿no? Pero, como dicen, lo bueno, si breve, dos veces bueno, y The Orange Album es exactamente eso. Cada nota, cada acorde, cada verso está donde tiene que estar. Nada sobra, nada falta. No hay relleno. Esto es de agradecer en un tiempo en el que demasiados artistas parecen dispuestos a publicar casi cualquier cosa con tal de mantener la maquinaria en marcha.

Las influencias de este EP son tan diversas que se enraízan hasta llegar a bandas como The Clash, The Kinks o incluso Kevin Ayers, y todo está ensamblado con un cuidado que roza la perfección. Desde la explosión de guitarras hasta los delicados arreglos, cada capa sonora se despliega con una elegancia que es difícil de encontrar en la música actual.

El tema «Ian Hunter» es sin duda la joya del EP. Este corte encarna todo lo que hace grande a ExCrocodiles: pasión, esmero y un respeto casi sagrado por la música. Aquí, la banda demuestra que el rock no solo es cuestión de actitud, sino también de oficio. Se nota que cada miembro ha puesto todo su ser en estas canciones, como si tuvieran algo que demostrar después de tanto tiempo en silencio. Y quizás lo tenían. Pero lo que queda claro es que la música, para ellos, sigue siendo lo primordial, incluso por encima del paso del tiempo.

El regreso de ExCrocodiles, en palabras de la propia banda, era algo «natural». Tarde o temprano tenía que suceder. Y vaya si lo han hecho, en el momento preciso. Las botas de montar están puestas de nuevo, confirmando que estas leyendas del rock’n’roll old school todavía tienen mucho que ofrecer. Este EP es solo el principio, o al menos eso esperamos. Lo que queda ahora es rezar para que no tengamos que esperar otros 26 años para verlos en un escenario. Si eso pasa, sería poco menos que imperdonable.

Mientras tanto, disfrutemos de The Orange Album. Porque no es solo música, es una lección de cómo se deben hacer las cosas.